domingo, 8 de abril de 2012

Marcelo Araúz: un quijote en Santa Cruz

ES EL MOTOR QUE IMPULSA UNO DE LOS FESTIVALES CULTURALES MÁS IMPORTANTES DE SUDAMÉRICA | EL FESTIVAL DE CHIQUITOS.

Falta muy poco para que se inaugure el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana Misiones de Chiquitos, mejor conocido como el Festival de Chiquitos. Este festival, donde participan orquestas y coros nacionales e internacionales, es el evento cultural más importante del Oriente boliviano y el más singular de toda Sudamérica. Se realizará del 26 de abril al 6 de mayo en su novena versión en los diferentes pueblos que conforman las misiones jesuíticas de Chiquitos, el marco perfecto para que los artistas que interpretan el género barroco, se muestren en todo su esplendor.

Desde su creación, el Festival de Chiquitos ha servido para mostrar al mundo el arte y la arquitectura de los pueblos chiquitanos, y por ende de Bolivia. El gestor de todo este movimiento es Marcelo Araúz Lavandez, quien está al frente de la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC).

Este cruceño emprendedor y amante de la cultura, es uno de los motores más importantes que tiene Santa Cruz a nivel cultural. Además del Festival de Chiquitos, Araúz también organiza el Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz, pero no le es una tarea fácil y reconoce que cada año debe gastar los zapatos tocando puertas para conseguir financiamiento.

Pese a eso, sigue entusiasmado, con la misma fuerza que el día en que empezó a planear que en las hermosas iglesias de las misiones jesuíticas, se pudiese escuchar la música barroca casi divina.



OH!: He escuchado que están teniendo problemas económicos, ¿es cierto?

Siempre ha sido nuestro problema. Un 50 porciento de nuestros festivales se hacen gracias al apoyo (que esperamos se mantenga siempre) del Gobierno Municipal de Santa Cruz y de la Gobernación, y lo que nos preocupa y en lo que siempre tenemos problemas, es en conseguir el otro 50 porciento para los festivales y para el sostenimiento anual de APAC que tiene muchas actividades durante todo el año.



OH!: ¿Siempre ha sido así?

Antes trabajábamos con voluntarios y sólo en festivales, pero ahora las actividades han ido creciendo por lo que necesitamos tener una planta mínima de gente que trabaje con nosotros y eso tiene un costo. Queremos que la gente identifique a APAC como la fuerza que impulsa a esas actividades para poder conseguir financiamiento.



OH!: ¿Cómo nace el Festival de Chiquitos, la actividad más importante?

El Festival de Chiquitos es con lo que nació APAC. Varios de quienes conformamos APAC venimos de lo que era la Casa de la Cultura Raúl Otero Reich, que durante 15 años fue autónoma. El año ’94 se municipalizó y muchos nos quedamos sin oficio.

Algunos éramos del directorio o voluntarios, etc. Alcides Pareja, Cecilia Kenning, Virgilio Suárez y otros presentaron a la UNESCO el proyecto para que se declaren como Patrimonio de la Humanidad a las iglesias de Chiquitos, que estaban bien conservadas. Esto coincidió con una época de auge económico de la iglesia católica en Europa. El trabajo hecho ha dado fuerza para que se reconozca a las misiones como Patrimonio de la Humanidad, y para que los mismos cruceños reconozcan y valoricen a los pueblos y a las tradiciones chiquitanas.

Empezamos a pensar el festival en 1994. Tomamos varias decisiones como comité organizador. Una de ellas fue que, aunque es mucho más cómodo hacerlo en una sola ciudad y que podría haber sido en Santa Cruz, queríamos hacerlo en Chiquitos donde en ese entonces no había ninguna facilidad. Quisimos que sea ahí para que sea un impulso que permita crecer a la zona. No es que ahora los caminos sean excelentes o haya muchos hoteles o restaurantes, pero indudablemente la oferta ha mejorado.



OH!: Así como ha crecido el Festival, también lo han hecho los pueblos del circuito...

El primer festival se hizo en San Javier y en Concepción. Pudimos llegar con un solo grupo, que era de Alemania, hasta San Ignacio de Velasco, pero el camino era muy malo. Ahora éste ha mejorado mucho. Luego fuimos aumentando otras misiones no sólo jesuíticas, como Porongo que era una misión mercedaria pero que también quiso incorporarse al circuito y que ha hecho muchos esfuerzos. Creo que ahora Porongo ya no tiene orquesta, pero sí la tuvo y era muy buena.

Ahora estamos llegando con el Festival a la zona del Chaco y Villamontes, y estoy seguro que el alcalde que ha querido que vayamos hasta allá, se va a entusiasmar y va a querer formar su orquesta. Depende de quiénes son responsables económicamente para que esto suceda.



OH!: ¿Cómo se adentraron en detalles tan importantes como el de los instrumentos, por ejemplo?

Alain Paquier (director general del programa “Los caminos del barroco”) nos ayudó mucho con la recuperación de los instrumentos, como el órgano o la clavecina, que son tan importantes en la música barroca. Acá los instrumentos que hubo en algún momento desaparecieron por varias causas, así que quedan algunos restos con los que se ha podido hacer algo. Gracias al Festival de Chiquitos, se ha podido restaurar algunos de estos instrumentos. Y también se han podido descubrir figuras como la de Amado Cadena, un joven tarijeño que colaboró en el arreglo que hicieron técnicos alemanes del coro de Santa Clara en Sucre cuando era muy joven, y que hoy construye y exporta órganos al Brasil y a otros países. Las repercusiones del Festival son mucho más que sólo las presentaciones, todo lo que deja atrás es importante.



OH!: ¿Ya está listo todo el cronograma para este Festival?

Aunque ya está el bloque grande, puede haber algunas modificaciones. Al padre Piotr Nawrot, que es el director artístico, le gusta que haya sonoridad, vientos, cuerdas, combinaciones, que no haya monotonía. El está armando todo también de acuerdo a la disponibilidad de la gente que llega. El festival dura 11 días y se distribuyen los grupos en esos diferentes días.



OH!: ¿Están dadas las condiciones a nivel hospedaje, etc?

En Chiquitos se ha fomentado mucho el turismo, la hotelería, la gastronomía… Se han abierto varios nuevos lugares. Ahora hay algunas redes bancarias, como Prodem en San Ignacio, y varios pueblos ya tienen servicio de Internet también. Hay mucho progreso en los servicios que puede brindar un pueblo que acoge un festival.



OH!: ¿Y en cuanto a las otras actividades?

En mi época como director de la Casa de la Cultura, yo organizaba lo que se llamaba Festivales Interprovinciales de Teatro, en los que venían de provincias remotas como San Matías, que está en la frontera con Brasil, Comarapa, Camiri, Vallegrande…Aunque el Festival de Teatro nació en Santa Cruz, también hemos querido que llegue a las provincias, pero es un doble esfuerzo porque se tiene que llevar todo, pocos son los pueblos que tienen un lugar que sirva de escenario, hay que llevar luces, equipos técnicos, etc., sin embargo vale la pena todo esfuerzo. Queremos hacer pequeños festivales que integren las zonas alejadas, festivales regionales, etc. No es fácil porque para todo hay que conseguir fondos, hay que andar rogando a unos y otros.



OH!: ¿Cuáles son los gustos culturales del cruceño actualmente?

Yo soy muy optimista en cuanto al nacimiento del nuevo público en Santa Cruz. Y tenemos mejor estructura para, por ejemplo, el teatro. En La Paz hay muy pocos teatros, pero acá el movimiento crece y también la infraestructura. Varios grupos de teatro de Santa Cruz, y también de La Paz, que se han presentado en nuestro festival han viajado afuera. Pero nos falta innovación tecnológica por ejemplo, o publicidad digital; hay que ir aprendiendo. Nos falta mejorar un poco el equipamiento técnico también.



OH!: ¿Cuáles considera que son obstáculos importantes en esta tarea cultural que lleva adelante APAC?

A nosotros no nos paralizan las dificultades. En época de festivales yo no duermo, tengo problemas del estómago, me duele la cabeza, pero es sobre todo por la preocupación económica de honrar los acuerdos que hacemos con los grupos que llegan. A última hora siempre salimos a flote, pero es después de mucho sufrimiento. Esos son los problemas.

La idea nuestra, para la que nos estamos haciendo asesorar con gente que sabe del tema, es tener algún fondo propio para que se pueda trabajar sin tanta angustia. Sabemos de la ayuda de la Alcaldía y de la Gobernación, pero es la otra parte la que nos preocupa. Ahora se está haciendo más complicado porque hemos crecido bastante, pero no nos arrepentimos de ello.



"El trabajo hecho ha dado fuerza para que se reconozca a las misiones como Patrimonio de la Humanidad, y para que los mismos cruceños reconozcan y valoricen a los pueblos y a las tradiciones chiquitanas"

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